“Berlanga está al nivel de Cervantes, Lope de Vega, Vallé-Inclán, Zuloaga o Unamuno”

ENTREVISTA A KEPA SOJO

Dedicó su tesis doctoral a Luis García Berlanga y aunque Kepa Sojo (Llodio, 1968) quería ser profesor universitario e investigador, su improvisada amistad con el cineasta valenciano terminó llevándolo al ámbito de la dirección. Repasamos aquí su relación con el autor de Bienvenido Mister Marshall, su influencia y el peso de su figura en el panorama nacional e internacional.

Conoció a Berlanga en 1992, en un curso que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. ¿Cómo fue, inicialmente, su relación con él?

Me enteré del curso en Filmoteca Española, donde había acudido a visionar las películas de Berlanga que no había podido ver hasta entonces ya que quería ver toda su filmografía. Me matriculé en el curso que tenía una parte teórica en la que Berlanga y algunos de sus colaboradores diseccionaban sus películas: Carlos Suárez, Domingo Solano, José Antonio Rojo, Rafael Azcona (por teléfono) y luego había cuatro talleres prácticos: guion, dirección, fotografía y montaje, en que nos seleccionaron a algunos y rodamos un corto titulado Cándida supervisados por Berlanga. Al tenerle cerca, un día le abordé y me pasó su teléfono. Tras varias llamadas, me recibió varias veces en su casa de Somosaguas, donde pude entrevistarle en diversas ocasiones y donde consulté mucha documentación suya. En Filmoteca no pude ver ni La muerte y el leñador ni Se vende un tranvía que me facilitó el mismo Berlanga en VHS para grabarlas.

¿Qué vínculos extracinematográficos se establecieron en aquel entonces y cómo fue consolidándose esa relación con el tiempo?

Conocer a Berlanga tan de cerca fue como una bendición para mí. Yo no tenía ninguna intención de dirigir cine ya que mi objetivo era ser profesor universitario e investigador, pero el rodaje de Cándida me metió el gusanillo en el cuerpo y en 1997 dirigí mi primer corto 100 maneras de hacer el pollo al txilindron, que tenía en origen relación con el guion de Los jueves, milagro. Tras recibirme varias veces en su casa, Berlanga me invitó al rodaje de Todos a la cárcel en verano de 1993. Allí me planté para ver como filmaba el maestro, estuve una semana y participé en la película como figurante, incluso. A partir de ahí coincidimos en muchos eventos dedicados a él y fui a verle varias veces a su casa. La relación fue cordial y muy gratificante para mi.

¿Qué destacaría de Berlanga a nivel personal? ¿Cómo lo describiría?

Una persona extremadamente culta y muy agradable con un chico que le abordó en un descanso del cursillo. Tenía un aire de despiste que lo hacía encantador. Además, a pesar de que yo lo conocí mayor, tenía unos ojos muy azules y buena planta y su mirada transmitía serenidad y conocimiento. Me gustó mucho verle rodar los planos secuencia y esa sensación que daba de sabio despistado pero entrañable ya que siempre que me veía en cualquier evento o lugar, venía a saludarme. Compartí con él una inolvidable proyección de Bienvenido Mister Marshall en Guadalix de la Sierra con motivo del 50 aniversario de la película y muchos eventos, comidas, mesas redondas y homenajes.

Dedicó su tesis doctoral a Luis García Berlanga y ha analizado su obra profusamente, ¿cuáles son las claves que elevan a Berlanga al nivel más alto de la creación dentro del cine español?

Berlanga es el director más conocido y apreciado en España porque ha sabido aunar algo muy difícil que es ser apreciado por crítica y público. Tres de sus películas: Plácido, El verdugo y Bienvenido Míster Marshall están en el Top 10 de la historia del cine español y son indudables obras maestras, sobre todo las dos primeras, no sólo del cine español, sino del cine mundial. Otra clave de la obra de Berlanga es que con su cine se puede estudiar la historia de España en la segunda mitad del siglo XX ya que casi todas sus obras son reflejo de la época en que se hicieron. Berlanga ha trascendido, y la reciente aprobación de la RAE del término berlanguiano pone al director valenciano al nivel de grandes creadores y artistas españoles de todos los tiempos como Cervantes, Lope de Vega, Vallé-Inclán, Zuloaga o Unamuno.

¿Cree que su obra está al nivel de la de Buñuel o Almodóvar? ¿Por qué?

Buñuel es, con Berlanga, el otro gran creador del cine español de todos los tiempos. La cuestión es que al genio de Calanda los franceses y los mexicanos le consideran parte de sus cines. Berlanga, en cambio, hizo casi todas sus películas es España y su cine es muy de este país a excepción de La boutique y Tamaño natural. Viridiana y Tristana, de Buñuel, sí que pueden considerarse películas españolas pero Los olvidados, El ángel exterminador, Nazarín, Ese oscuro objeto del deseo…. Son grandes películas, pero no españolas. Hasta Las Hurdes, tierra sin pan es casi más francesa que española. Respecto a Almodóvar, creo que es indudable que su cine de los 80, 90 y 00 tiene títulos memorables y fundamentales ya en la historia del cine español como Qué he hecho yo para merecer esto, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre o Volver. También es indudable la proyección internacional del manchego, conocido en todo el mundo. Sin embargo, ante la irregularidad de sus últimas películas, es necesario un poso para que, en unos años podamos saber si, en realidad, Almodóvar está a la altura de Berlanga.

En el último libro coordinado por Santos Zunzunegui y José Luis Castro de Paz dedica un artículo a la adaptación egipcia de Bienvenido Mr. Marshall. Sorprende un tanto que se le haya adaptado en países como Egipto o Bosnia y que, sin embargo, se hable constantemente de la escasa divulgación internacional de su cine (o, mejor dicho, del escaso reconocimiento de su figura). ¿Podría profundizar en esta cuestión?

Berlanga sí que fue conocido internacionalmente en los 50 y los 60 ya que participó en Cannes, Venecia, fue nominado a los Oscar de Hollywood por Plácido, llevó a cabo coproducciones con Francia, Italia y Argentina…. Posteriormente recibió algún homenaje fuera de nuestras fronteras, pero es cierto que no es tan conocido como Buñuel o Almodóvar. En su contra, quizás, está que ha tratado temáticas muy españolas, aunque insertas en mensajes universales. También le perjudicó quedarse fuera del espíritu de las Conversaciones de Salamanca que originaron el Nuevo Cine Español de los 60 y que sirvieron para promocionar a cineastas “más modernos” como Saura y Erice que sí son reconocidos fuera. Respecto a la adaptación egipcia de Bienvenido Mister Marshall (no conozco la película bosnia), es un filme muy parecido al de Berlanga en estructura y guion que evidencia que los responsables del filme egipcio vieron de alguna manera la película de Berlanga e hicieron la suya a imagen y semejanza del filme del valenciano pensando que su propuesta no iba a tener repercusión internacional.

El ascendente de Berlanga en el cine de Kepa Sojo es evidente, ahí está el homenaje a Los jueves, milagro en su primer cortometraje, 100 maneras de hacer pollo al txilindrón, pero sobre todo la composición de una película como El síndrome Svensson que, más allá de su ambientación valenciana, bebe directamente del estilo del maestro valenciano (polifonía, cacofonía, carnaval, miserabilización de unos personajes a los que se mira con cierta ternura, …). ¿De dónde surge ese interés por su cine y cómo es posible darle continuidad hoy en día (asumiendo las condiciones de la industria y el tipo de comedia por el que se apuesta en la actualidad)?

Mi interés por Berlanga viene de la parte investigadora, ya que fue objeto de mi tesis doctoral, y del hecho de haber tenido la suerte de conocerle. Ver todas sus películas influyó claramente en lo que intento hacer que, por otro lado, no le llega a Berlanga a la suela del zapato. Yo intento hacer un tipo de comedia más absurda en mis primeras obras y más costumbrista en las últimas donde hay mucho esperpento, personajes patéticos pero entrañables, humor y algo de reflexión. La intento hacer acorde a los tiempos en que hago las películas. Es complicado hacer un humor berlanguiano hoy en día porque los tiempos son otros. También es difícil hacer películas ambientadas en la época franquista desde una óptica cómica, aunque hay propuestas como Los europeos de Víctor García León basada en una obra de Azcona, que son estimables. En la comedia española actual, salvo excepciones como Borja Cobeaga o Victor García León, y Chema García Ibarra, el director más original y auténtico de nuestro cine, se están haciendo muchos remakes de películas italianas o francesas y es una pena que no se den más oportunidades a propuestas originales. Las plataformas también marcan lo que quieren y quizás falten en el cine español películas más transgresoras, al menos en el terreno del humor. Con El síndrome de Svensson intentamos hacer algo distinto, pero no acabó de funcionar.

En sus películas, ¿dónde cree que más claramente se aprecia la huella de Berlanga?

Obviamente en La pequeña Suiza, ya que la idea original parte de Passport to Pimlico, de Henry Cornelius, que es uno de los filmes en que se inspiró Berlanga para hacer Bienvenido Mister Marshall. Evidentemente, en mi película hay homenajes al filme de Berlanga como las secuencias de los dos recibimientos, la decepción ante la negativa de los vascos, los discursos desde el balcón del ayuntamiento, la ikurriña que transita por la alcantarilla, lo entrañable de los incautos personaje, … incluso hicimos un plano secuencia de tres minutos al inicio del filme homenajeando, en este caso, al Berlanga posterior. La pequeña Suiza se remite a un humor más amable y para todos los públicos que, claramente, entronca con Bienvenido Mister Marshall y Calabuch. También hay mucho de Berlanga en el cortometraje Ronda de poniente, que codirigí con mi esposa Sonia Pacios. En este caso, la película es un documental sobre un pueblo colonia creado en el Bierzo en pleno franquismo y al que acude Franco el día de su inauguración oficial. A pesar de que el tratamiento del filme es documental, en el fondo subyace el espíritu de Bienvenido Mister Marshall sin duda alguna, como bien dice una de las personas que entrevistamos en el filme. Para sacudirme un poco la influencia de Berlanga he dirigido algunas cosas diferentes como Hileta, un cortometraje en el que homenajeo al Dreyer de Ordet, la antítesis de Berlanga.

¿En qué otros cineastas posteriores (ejerzan ahora o no) observa que el estilo del maestro valenciano ha sido clave? ¿Por qué?

Yo creo que el seguidor más destacado de Berlanga ha sido José Luis García Sánchez, que tiene películas interesantes en los 70 y 80. Ambos directores realizaron el último filme del maestro valenciano juntos: El sueño de la maestra. El hijo de García Sánchez, Víctor García León, tiene toques berlanguianos en el tratamiento de los personajes y en la utilización de algunos recursos cómicos. También en las películas de Borja Cobeaga, el patetismo de los personajes me recuerda mucho a Berlanga. Luego están dos directores vascos, Telmo Esnal y Asier Altuna que dirigieron una película berlanguiana en euskera titulada Aupa Etxebeste. No hay que olvidar tampoco la relación que Berlanga ejerce en alguna película de Almodóvar como Que he hecho yo para merecer esto, o ciertas características costumbristas de Alex de la Iglesia en obras tan interesantes como La comunidad. Por supuesto, en el primer Torrente, de Santiago Segura hay mucho Berlanga.